En medio de la discusión sobre los “bordes” que debiera tener el acuerdo para un nuevo proceso constituyente, el voto obligatorio ha sido puesto en discusión por algunos representantes del oficialismo. Y aunque todo apunta a que se mantendrá, es un hecho que provocó un cambio profundo en los resultados electorales. Aquí mostramos algunos antecedentes para tener en cuenta en este debate.

Una investigación realizada por el investigador de LEAS de la Facultad de Comunicaciones y periodismo de la Universidad Adolfo Ibáñez, Andrés Scherman, muestra que el 4 de septiembre la votación fue más alta en la medida que se incrementaba el nivel de pobreza de las comunas.

El académico realizó un cruce entre la participación electoral y el Índice de Prioridad Social, que realiza todos los años el Ministerio de Desarrollo Social en las comunas de la Región Metropolitana (y que se fabrica en base a variables de ingreso, acceso y performance educacional y datos relacionados a la salud de los habitantes por comuna).

Así, logró determinar la variación de comportamiento entre los diferentes sectores de la capital: “Una muestra del cambio de tendencia es que Vitacura pasó de ser la comuna con mayor participación en 2021, a ubicarse entre las siete con menos porcentaje de votantes en 2022”, dice.

Los datos indican que hasta antes del voto obligatorio, eran las comunas de mayores ingresos las que registraban un mayor porcentaje de participación. Vitacura (72,85%), Lo Barnechea (70,54%) y La Reina (69,93%) fueron las tres donde más personas fueron a votar en la segunda vuelta electoral de 2021, pero también forman parte de las cinco con menor Indice de Prioridad Social.

En cambio, en el último plebiscito, esta relación se dio vuelta: fueron las comunas más pobres las que tuvieron el mayor porcentaje de votantes. El 4 de septiembre pasado El Monte (93,34%), Padre Hurtado (93,14%) e Isla de Maipo (92,73) registraron la mayor participación en la RM. Las tres se ubican como la 5°, la 29° y la 14° de las comunas más pobres de la capital.

“Todavía es necesario estudiar las razones de este cambio de tendencia y sus consecuencias. Parte del fenómeno puede explicarse por el temor al pago de una multa a quienes no votan. Pero algunos efectos ya se observaron y pueden condicionar elecciones futuras: en las comunas más pobres la votación del Apruebo fue muy inferior a la de Boric en 2021”, agrega Scherman.